Cuentas claras conservan… (La familia, Los negocios)
Aquí van algunas sugerencias prácticas para mantener la casa, y la caja, en orden
Aquí van algunas sugerencias prácticas para mantener la casa, y la caja, en orden
En estos días unos amigos me hacían llegar un artículo de un conocido diario que sale por las tardes. El título de este artículo decía: “Cuotas y ofertas disparan la demanda de tarjetas de créditos”. Y la información central era que “por las posibilidades de compra que ofrecen las tarjetas, la cantidad de plásticos creció en tres millones y medio desde el pico de la crisis. El número de tarjetas de crédito que hoy están circulando en la Argentina es de 13 millones. Este número supera en 700.000 tarjetas, a las que se emitieron y que estaban circulando durante los mejores años de la década del 90”.
Hemos enseñado acerca de la sabiduría y de la prudencia; vamos a desarrollar principios de la ciencia, del entendimiento para que en nuestro trabajo, en nuestra profesión, en nuestro oficio nos conduzcamos de tal manera que nuestras cámaras puedan llenarse de todo bien preciado y agradable.
Hace unos días, el pastor Carlos Mraida nos habló acerca del propósito de Dios para nuestra vida: ser entendidos en los tiempos. Él se refirió al pasaje: Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.
Aquí, la palabra enseña cuán importante es para una persona no solo su trabajo sino el estar contento con lo que hace.
Quiero compartirte a la luz de este pasaje tres condiciones fundamentales para tu desarrollo en la vida.