Pr. Ariel G. Gutiérrez Hay momentos en que uno se detiene en sus pensamientos, y ante las circunstancias desfavorables, el desánimo general, la impotencia, y la incertidumbre, se pronuncia a sí mismo una sentencia negativa que peca contra uno mismo: “no tengo nada”. Ese día también le llego a Nehemías en su cómoda función como copero del rey de Persia. “Estas son las palabras de Nehemías hijo de Jacalías: Sucedió que en el mes de quisleu, del año 20 del rey Artajerjes estando yo en la ciudad de Susa, llegó Jananí, uno de mis hermanos, junto con otros hombres de Judá. Entonces les pregunté por el resto de los judíos que habían escapado del exilio y que vivían en Judá, y también les pregunte cómo estaba la ciudad de Jerusalén. Ellos me dijeron: «Los judíos que sobrevivieron al cautiverio están en graves dificultades. Las murallas de Jerusalén continúan derribadas y sus puertas consumidas por el fuego». Cuando escuché esto me senté a llorar, lleno de dolor. Me sentí…
P Pr. Ariel G. Gutiérrez